miércoles, marzo 19, 2008

LES SAINTES
















LES SAINTES


Hoy día 18 de Marzo , hace dos días que llegamos a un pequeño grupo de islas denominada Les Saintes, se encuentran a media distancia entre Guadeloupe y Dominica. La naturaleza se recreó cuando estas islas emergieron a la luz.

Es una parada casi obligada de todos aquellos que quieren conocer el caribe.

Sobre sus casas de madera, combinan perfectamente los colores pastel, y el brillo de un sol siempre radiante añade los matices definitivos. El verde de las palmeras, el azul y el blanco de sus algodonosas nubes ó el color de sus casi doradas arenas crean un marco que para siempre quedará grabado en nuestras retina, crean un magia sin la cual jamás podremos recordar este lugar.

Atrás dejamos otras pequeñas islas antes de llegar a Guadeloupe, pasaron Stattia, St. Kitts, Névis y Montserrat, todas ellas pequeñas, con la independencia obtenida no hace muchas décadas, todas ellas plenas de vegetación, todas ellas volcánicas asoman al Atlántico, parecidas pero diferentes a la vez, juegan la carta común de ofrecer al turismo el gran potencial que encierran sus islas, una naturaleza intacta e impresionante, un clima envidiable

Al llegar a Nevis realizamos oficialmente nuestra entrada, siempre resulta grato comprobar que no faltan entre los isleños quienes te dan la bienvenida con una cálida sonrisa, pero también es cierto que tampoco faltan aquellos quienes en su trato muestran posiblemente el resentimiento de algo que nunca conocieron, tratando a todos los que allí llegamos de un modo un tanto desagradable. Es igual si eres Francés, Inglés ó italiano, eres blanco, de algún modo nos recordó el trato dispensado en Trinidad.

Fondeamos frente a Charlestown (Nevis), y nos adentramos entre sus calles y sus gentes, comprobamos la influencia de la cultura inglesa en parte de sus construcciones, conducen por la izquierda, los escolares uniformados transitaban por las calles y el idioma que hablan el Inglés aunque con algunos matices propios.

Pocos días después arrumbamos hacia la isla de Montserrat, en esta se encuentra su volcán que tras su última gran erupción todavía está activo, y tras pasar una noche en una muy incómoda bahía denominada “rendezvous bay” seguimos nuestro curso y pasamos ante el “Sufriere”casí dan ganas de quitarse la gorra y mostrarle nuestros respetos, pudimos apreciar como sus fumarolas se precipitan al cielo a través de sus grietas, como el reloj en el campanario de la iglesia dejo para siempre marcado el momento de la gran devastación, solo a sus tejado alcanzan la opaca luz que consigue atravesar la espesa capa de ceniza en suspensión, sus ríos de lava discurrieron por las vaguadas, empeñándose en hacer mas grande una ciudad, que ya todo el mundo abandonó.

Tras las fotos de rigor y nuestra impresión al constatar la impresionante fuerza de la madre naturaleza, nos fuimos alejando, dejábamos por popa la ciudad enterrada de Plymouth,

A las 11 de la mañana, y con un sol de justicia afrontamos las 30 millas que nos separaban de Guadeloupe, rumbo casi SSE (150º), el mar como en la mayoría de las veces con 2 mts. de ola en la misma dirección del viento, el cual nos entraba entre los 50 y 40º a babor del rumbo que seguíamos, con lo cual hubimos de apurar las posibilidades de ceñida que nuestro querido DIKE es capaz de asumir, como siempre la navegación discurrió dentro de lo previsto y alcanzamos el pueblecito de Les Deshaies, poco antes, a las 5 de la tarde, aún divisábamos en el cielo la inmensa nube que sobre la isla de Montserrat siempre permanece.

Este lugar es encantador muy poco que ver con el resto de las islas, como una provincia mas de Francia reciben los fondos para el desarrollo proveniente de la Comunidad Europea. Podríamos decir a todos los efectos que es como si estuvieras en Francia.

Aquí descansamos, paseamos y repusimos energías, también comprobamos como cuidan y miman sus islas los Franceses, con total y absoluta facilidad realizamos el trámite de entrada en el pais..

Un lugar magnífico, tranquilo y relajante un lugar que invita a bañarte en sus aguas claras, a escribir, pintar o hacer aquello que más te apetezca.

Paseando por sus calles tuvimos un encuentro con otro navegante, compatriota nuestro, él se llama Juan Antonio, navega en solitario, que con su barco, llamado “Vagabundo”, un first de 28 pies (8 m.) en siete ocasiones cruzó ya el Atlántico. Profundo e incorregible enamorado del mar, amante de la sencillez, semblante tranquilo y sosegado, Juan Antonio saborea silencioso cada uno de los instantes que la vida nos da, y satisfecho enciende calmo su pipa, mientras el sol anuncia el caer de la tarde……

Allá sentados sobre la arena de la playa compartimos en silencio la magia del momento, damos gracias a la vida por concedernos esos instantes, instantes indescriptibles, instantes de mágico bienestar. Instantes que siempre recordaremos. Como tampoco olvidaremos aquellas plácidas noches, reunidos en la bañera del Dike, escuchando música folclórica Guaraní ó la de Sabina, recuerdo como la luna, a veces tímida también nos acompañó.

Juan Antonio nos regaló y dedicó un libro, su libro, el cual le ha publicado la Editorial Juventud, “Vagabundo” un sueño en el horizonte, narra su participación en la regata conmemoración del quinto Centenario de la partida de Colón, de cómo se superó antes las adversidades, y sobretodo de cómo, otros aspectos, día a día tomaban mayor fuerza en su interior, haciendo que su meta y su éxito fuese estar cada vez mas en simbiosis, más integrado, mas en armonía con el Universo.

Alos pocos días seguimos hacia el sur, pasando poco antes de llegar a Bouillante por Pigeon Island, allí se creó hace ya unos años el parque submarino Cousteau, Fondeamos fuera de las zona protegida y aunque no permanecimos muchos días no perdimos la ocasión de visitar y maravillarnos con el espectáculo que ofrece esta isla a cualquiera que disponga de solo unas gafas y sus aletas, a pocos metros bajo el agua también se puede visitar la estatua erigida al eminente investigador y oceanógrafo. La afluencia de grupos perfectamente pertrechados es constante, ávidos de descubrir alguna maravilla ó compartir algún misterio que les depare la profundidad.

Así llegamos hasta el lugar que nos encontramos Les Saintes (llamado así al ser descubierto por Colon a primeros de Noviembre) Pequeño archipiélago a media distancia entre Guadeloupe y Martinica, de máxima importancia geoestratégica en la época, hicieron de este lugar el escenario de innumerables batallas, Franceses e Ingleses se la disputaron sin cesar, llegándose a llamar el Gibraltar de las Antillas, hoy visitamos Su Fuerte denominado “Fort Napoleón” y nos adentramos por breve espacio de tiempo en su historia.

Hoy depende de Guadeloupe y esta a su vez lo hace como cualquier otra provincia de Francia, a ella llega todo lo necesario, circula el Euro, y goza de los presupuestos Europeos para el desarrollo de las regiones. Después de pasear por sus calle, ver sus casas, la paz y tranquilidad que aquí se respira, no podemos por menos que calificarlo como un verdadero paraíso, el retiro perfecto. Mas que mis palabras que sean las vuestras, cuando veais las fotos las que pongan el broche final a estos comentarios que con todo cariño os enviamos.

Mañana posiblemente partamos hacia el Norte de Martinica, allí nos esperan nuevas experiencias, nuevas historias, y evidentemente las mejores fotos que obtengamos, hasta pronto.

1 comentario:

Joan Erencia Guerrero dijo...

Veo que la travesía por islas y archipiélagos caribeños os está regalando bellos escenarios, recónditos parajes, desconocidos por la mayoría mostrandos la peculiar y cambiante idiosincracia de sus gentes (según la isla os encontréis).

Tambien compruebo que encontráis grata compañía con la cual compartir buenos ratos y poder intercambiar vivencias que seguro son enriquecedoras.

Supongo que como a todo navegante os influye la actitud variable del mar, que a veces es calmo y sosegado proporcionando paz y tranquilidad y en ocasiones es brusco y violento, contagiado de incomodidad, inseguridades y pesimismo.

Es necesario saber disfrutar de lo primero y aguantar en lo segundo, pues así es la vida y se debe afrontar en todas sus facetas.

Espero que todos estos momentos os llenen interiormente. Pese a que nada en el mundo es perfecto, es necesario valorar lo que se tiene en cada momento y de disfrutar con ello para poder ser feliz.

No desperdiciéis cada uno de los momentos únicos que vivís ahora renegando por lo que se perdió, malhumorados por lo que no se puede cambiar, impotentes por aquello que no se encuentra en vuestra mano.

Tan sólo vivid aquello que os trae el día a día, alejad vuestros miedos y apoyaos en vuestras certezas, compartid vuestras alegrías, uníos en vuestros éxitos y hacedlo aún más en las adversidades, pues de esta manera todo es más fácil, más seguro y más sentido.

Olvidaos del tiempo y saboread a vuestro ritmo todo aquello único e irrepetible que transcurre en vuestras jornadas.

Un abrazo

JOAN